Argentina se estampó ante una notable selección europea liderada por Xherdan Shaqiri, que generó un puñado de excelentes ocasiones.
Pero la Albiceleste, como en el resto del Mundial, tiró de individualidades a falta de juego consistente. Messi y Di María, sus estiletes, se encontraron cuando los penaltis eran irremediables. El rosarino culminó con clase una incursión de la estrella del Barcelona.
La prórroga dejó al 10 argentino aún más nervioso, que tuvo un roce con Gokhan Inler. La piernas pesaban para las dos selecciones. Ni la entrada del creativo Rodrigo Palacio dio el lustro necesario a los argentinos. Los helvéticos respiraron un poco por el bajón físico de sus adversarios.
Fue entonces cuando Suiza se gustó. Ante un desfondado rival, triangularon en el centro del campo con Shaqiri como maestro de orquesta. Los 'olés' del público (brasileño) celebraban ver a Messi, Higuaín y compañía correr detrás del balón.
Argentina quiso resolver antes de la tanda de penaltis. Di María, cuya energía es inagotable, cargó contra Benaglio. El meta voló para sacarla a córner. El jugador del Real Madrid fue quien más se ofreció en el repecho final, cuando nadie tenía aliento.
Messi, cómo no, rompió por el centro y, poco egoísta, abrió para la derecha. Di María ejecutó raso y puso a Argentina en los cuartos en el 117. Aunque Dzemaili casi lleva el encuentro a los penaltis. Su cabezazo dio en el poste. Un libre directo en el 120 puso el nudo en la garganta de Argentina, pero el disparo de Shaqiri golpeó en la barrera.
Bélgica suda para meterse en cuartos
La selección de Bélgica se ha clasificado para los cuartos de final del Mundial de Brasil tras superar, en el tiempo de prórroga, a Estados Unidos (2-1) gracias a los goles de Kevin de Bruyne y Romelu Lukaku que pusieron fin a la excelente defensa 'yanqui', personificada en las paradas de Tim Howard, el gran protagonista del partido celebrado en el Arena Fonte Nova de Salvador de Bahía.
Los 'Diablos Rojos', llamados a ser actores principales en Brasil, se toparon una y otra vez con el portero del Everton y cuantificaron hasta seis ocasiones claras durante la segunda mitad para haber resuelto el duelo sin llegar al tiempo extra. Sin embargo, tuvo que ser ahí, en la prórroga, cuando De Bruyne acabó con la agonía belga.
Parece que la generación de Preud'homme, Gerets y Luc Nilis ya tiene sustituto. Aún les queda una ronda para alcanzar, al menos, el éxito que logró la Bélgica de 1986, pero esta selección se ha ganado el derecho a soñar confirmando todas las expectativas que metían a los centroeuropeos en las quinielas como 'favoritos'.